Por un trato más humano
Matko Koljatic Profesor Titular Pontificia Universidad Católica de Chile
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Matko Koljatic
El año pasado, en uno de mis cursos, invite al presidente del directorio de una importante Corredora de Bolsa a conversar con mis alumnos sobre la ética en los negocios financieros. Uno de los temas que abordó fue la conciliación de la vida personal/familiar y las exigencias que impone trabajar en una institución financiera en cuanto a horarios. Contó que en su compañía le ofrecieron al personal elegir entre una mejora en la política de remuneraciones y salir los días viernes más temprano. Ganó abrumadoramente la posibilidad de “arrancarse de la pega” más temprano.
Es que facilitar el equilibrio de la vida laboral con la vida personal y familiar de los trabajadores ha pasado a ser una tarea directiva relevante, dados los cambios en las prioridades de los empleados, particularmente de las nuevas generaciones. Por mi experiencia con jóvenes que estudian en la Facultad, veo que al momento de decidir qué ofertas aceptar al momento de egresar, la decisión ya no es por las condiciones económicas del empleo, sino que por una conjunción de factores en las cuales la conciliación de la vida personal y laboral pasa a ser determinante. Las empresas que ofrezcan mejores condiciones en este tema, tendrán mejores posibilidades de atraer los talentos que hoy se necesita para competir exitosamente.
Por lo anterior es muy importante la iniciativa de la Fundación Chile Unido, que acaba de publicar el libro “Conciliación Familia, Trabajo y Vida Personal. Guía de Buenas Prácticas”, que detalla 130 prácticas utilizadas por empresas chilenas que permiten un mejor equilibrio entre trabajo y familia. Unas pocas son estipuladas por ley, pero, la gran mayoría son implementadas voluntariamente.
Con el libro en la mano, le solicité a la Gerencia de una empresa en que soy presidente del directorio, que analizaran las 130 prácticas y me dijeran cuántas de ellas eran aplicadas en esa compañía. Mi sorpresa fue total: de las 130 prácticas de conciliación, solo 14 existen en esa empresa. Mayor fue mi sorpresa al constatar que la gran mayoría de las buenas prácticas tiene costos muy menores y que no incidirían significativamente en los resultados financieros, ni tampoco requieren un trabajo administrativo importante (por ejemplo, día libre por mudanza y bono por excelencia académica de los hijos).
En un momento en que las empresas están siendo sometidas a embates disruptivos por las nuevas tecnologías y la globalización, sólo serán exitosas si cuentan con el compromiso de sus trabajadores. Ciertamente ese compromiso surge de las políticas de remuneraciones e incentivos existentes, pero como lo han demostrado muchos estudios – el ya citado de la Fundación Chile Unido, Great Place to Work, etc.-, el ambiente laboral y las políticas proactivas para facilitar el equilibrio entre los objetivos personales y corporativos juegan un rol crucial al momento de cumplir ese compromiso.